El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este jueves la apertura del diálogo político sobre Cataluña a través de la Mesa de diálogo entre gobiernos acordada con ERC, que se reunirá por primera vez ya en febrero y no tendrá un mediador como pedía Quim Torra. Sánchez ha apostado el “reencuentro” entre Gobierno y Generalitat y ha apostado por el diálogo para poner fin al “balance lamentable” de la última década en Cataluña.

“Es difícil ponernos de acuerdo sobre el momento en que se torcieron las cosas, pero si hay algo seguro es que la última década ha estado presidida por el desencuentro, el conflicto institucional y político y la tensión social”. “Es un balance lamentable”, ha afirmado Sánchez, que ha asegurado que “todos hemos perdido, nadie puede sentirse orgulloso del balance sombrío”.

Aunque ya lo había adelantado antes Moncloa, Sánchez ha confirmado que la Mesa de diálogo se constituirá en febrero al término de su reunión con el presidente catalán, Quim Torra. El presidente se ha referido en varias ocasiones a ella como “comisión bilateral”, a pesar de que sus palabras ha quedado clara la importancia especial que da a este nuevo foro, cuya creación acordó el PSOE con ERC para obtener su apoyo a la investidura.

“Siento que hoy es un día muy importante para Cataluña y para el conjunto de los españoles porque empieza un proceso que supera en relevancia a quienes lo hemos iniciado”, ha dicho Sánchez sobre la Mesa de diálogo al término de una reunión con Torra al que ha agradecido "el tono y la predisposición a dialogar". "He venido con un profundo sentimiento de honor al Palau de la Generalitat a hacer un diálogo honesto, abierto y de respeto entre los dos presidentes", ha añadido tras una cita que ha empezado con honores propios de una visita de Estado.

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De momento, Sánchez no ha desvelado quiénes la compondrán la Mesa por cada uno de los dos gobiernos -central y catalán- aunque sí ha manifestado que su intención es presidir la primera reunión, en febrero.

Sí ha negado que vaya a haber un “mediador”, tal y como ha pedido Torra y como sugirió el Gobierno el pasado mes de abril, entre grandes protestas también del PSOE y que propició una marcha atrás que entonces dio al traste con cualquier intento de diálogo con los independentistas. 

“Va a ser un diálogo franco, absolutamente transparente y vamos a ir al menos desde el Gobierno con absoluta claridad”, ha dicho Sánchez, que ha añadido “el mediador van a ser los 47 millones de españoles, que van a conocer el diálogo franco y diáfanoy todas las propuestas y decisiones".

Además del mediador, en su reunión con Torra, el presidente de la Generalitat ha vuelto a reivindicar ante Sánchez el derecho de autodeterminación de Cataluña que para el presidente muestra cuán alejadas están las posiciones" entre el Gobierno central y el catalán. 

Sánchez ha recordado que su postura se sitúa en el autogobierno de Cataluña. "Dentro de la Constitución", según ha añadido en su comparecencia posterior Torra. "La autodeterminación y las exigencias que plantea el president si demuestran algo es que estamos ante un diálogo que va a ser largo, difícil y complejo, pero es un recorrido que tenemos que hacer paso a paso", ha dicho el presidente.

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Tal y como el Gobierno lleva días advirtiendo, Sánchez también ha advertido este jueves que todavía queda mucho camino por recorrer. "Es verdad que no va a cambiar de golpe, es una crisis larvada durante muchos años", por lo que hará falta "mucha paciencia, determinación y generosidad", a pesar de lo cual ha dicho que tenemos que cambiar el ritmo de inmediato".

Demostración de fuerza

De cara al diálogo político que se abrirá este mes con la Mesa de diálogo, Sánchez se ha comprometido a actuar con "honestidad, claridad" y con la "meta" en el "reencuentro". Para ello, el Gobierno actuará por "el bien común" de los españoles, catalanes incluidos. 

En este punto y para dejar claro que el Gobierno estará en pie de igualdad del Govern que se sentará al otro lado de la Mesa, Sánchez ha recordado que la "coalición de gobierno progresista" que encabeza obtuvo en las elecciones del 10-N "un respaldo muy amplio en Cataluña, equiparable al actual Govern de la Generalitat".

Sectores reticentes al diálogo

Si esta advertencia ha sido más o menos velada, Sánchez ha lanzado otra contra quienes da por descontado que intentarán impedir el diálogo y después sumarse al acuerdo.

"Habrá sectores en Cataluña y en el conjunto del país que se van a resistir al diálogo, hay quienes piensan que la imposición es el único camino posible", ha dicho el presidente, que se ha mostrado "seguro" de que se superarán las "reticencias", "porque somos muchos más" y "hasta los opuestos al diálogo acabarán sumándose a la vía del acuerdo para no quedarse solos".

"Estamos tan confundidos por el ruido y los gritos que se nos olvida que la finalidad de la política es resolver conflictos, no acentuarlos o inventarlos para sacar beneficio de ellos", ha dicho.